Buen Vivir Metabólico: economía al servicio de la vida, no de la ganancia de los 01s
Buen Vivir Metabólico: economía al servicio de la vida, no de la ganancia de los 01s
Cuando hablo de Buen Vivir Metabólico, no estoy repitiendo un eslogan ni copiando la traducción de Buen Vivir andino.
Estoy tratando de nombrar algo muy concreto:
una economía que funcione como un cuerpo vivo,
donde la energía (dinero, tiempo, trabajo) circula para cuidar células, órganos y biomas,
y no para inflar depósitos de los 01s – ese 0,1 % que vive de la deuda, de la extracción y del Estado capturado.
En este lenguaje:
el PIB es solo una fiebre numérica;
la verdadera salud está en el metabolismo:
cómo comemos, nos movemos, respiramos, habitamos el tiempo,
y cómo el territorio puede regenerar lo que extraemos.
El foco que quiero encender
De todo lo que podríamos discutir sobre economía, aquí elijo un foco:
no existe Buen Vivir sin un piso metabólico garantizado para todas las personas,
y sin límites claros a la acumulación de los 01s.
Eso implica:
garantizar alimentos, agua, vivienda básica, salud y energía limpia
como derechos metabólicos, no como “oportunidades de mercado”;reconocer que hay ganancias que ya no son compatibles
con la vida de los biomas ni con la salud mental de la mayoría;usar herramientas como DREX CIDADÃO / DREX IMIGRANTE
para asegurar el metabolismo cotidiano,
dejando a los mercados financieros en un plano secundario.
De crecimiento abstracto a metabolismo concreto
Sabemos que:
el discurso clásico de “crecimiento infinito del PIB”
choca con límites físicos de la biosfera: clima, biodiversidad, agua, suelos;corrientes como el post-crecimiento o el decrecimiento
y propuestas como la “economía donut”
subrayan que la economía debe operar dentro de límites planetarios
y garantizar un piso social para todas las personas.
En paralelo, la idea de metabolismo social describe:
cómo la sociedad “come” energía y materiales del entorno
y los devuelve como residuos;cómo la industrialización aceleró este metabolismo
más allá de la capacidad de regeneración de muchos ecosistemas.
Buen Vivir Metabólico recoge y traduce esto:
la economía deja de ser un tablero abstracto de oferta y demanda
y se vuelve fisiología colectiva:
¿cuánta energía entra?
¿a dónde va?
¿cuánto destruye o regenera?
¿qué cerebros y cuerpos quedan en Zona 1–2,
y a quién se condena a Zona 3 permanente?
Desigualdad, estrés y cerebro
La investigación en salud pública y neurociencia social muestra que:
desigualdades económicas elevadas
se asocian con peor salud mental y física en toda la población,
no solo en los más pobres;la inseguridad económica crónica
aumenta la activación de sistemas de estrés
(amígdala, eje HPA),
deteriorando memoria, atención y regulación emocional;vivir al límite mes a mes consume recursos cognitivos
que podrían usarse para aprender, participar políticamente y crear.
En términos de recompensa:
el cerebro responde con dopamina
no solo a placeres inmediatos,
sino también a seguridad, cooperación y sentido de justicia;sistemas económicos que premian
hiperconsumo, sobrecarga y competencia extrema
tienden a producir adicción, burnout y depresión.
Mi lectura:
una economía organizada para el lucro ilimitado de los 01s
es un dispositivo de producción de Zona 3 –
cuerpos en modo supervivencia, cerebros capturados por estrés y deuda.
Buen Vivir Metabólico, en cambio, busca:
mantener a la mayoría en Zona 1–2:
tensiones saludables para trabajar y crear,
pero con posibilidad real de descansar, disfrutar y pensar.
Pisos metabólicos: DREX y derechos materiales básicos
Para que el discurso no quede en el aire,
propongo el lenguaje de pisos metabólicos:
nadie por debajo de un umbral de acceso a alimentos, agua potable, vivienda digna, salud, energía esencial y conectividad básica;
ese piso no depende del humor del mercado,
sino de un diseño financiero público
que incluye monedas metabólicas como DREX CIDADÃO y DREX IMIGRANTE,
acreditadas de forma regular a todas las personas.
La discusión global sobre rentas básicas
y monedas digitales de banco central (CBDC)
muestra que:
es técnicamente posible transferir recursos directamente a cada ciudadano;
los temores principales tienen que ver con diseño institucional,
privacidad y captura política.
Mi propuesta se cruza con eso, pero añade:
el enfoque metabólico: uso del DREX principalmente para cubrir necesidades esenciales y cuidar biomas;
la arquitectura municipal/bioma que ya desenhamos en otros blogs
(datacentros ecológicos, redes locales de pago);la vinculación con indicadores de salud metabólica y mental
del territorio (SpO₂, actividad física, acceso a naturaleza, etc.).
Buen Vivir Metabólico no es solo repartir dinero:
es reorganizar qué se considera imprescindible
y quién controla el flujo.
Economías del cuidado y tiempo vivo
La economía feminista y de los cuidados recuerda que:
una parte enorme del trabajo que sostiene la vida
(cuidar niñas, ancianos, enfermos, cocinar, limpiar)
no se paga o se paga mal;el PIB ignora gran parte de ese trabajo,
invisibilizando el metabolismo real de hogares y comunidades.
Estudios sobre tiempo, trabajo y salud muestran que:
jornadas excesivas, salarios bajos y falta de control sobre el tiempo
se asocian a más enfermedades cardiovasculares, depresión y ansiedad;políticas que reducen horas de trabajo
o garantizan tiempo de ocio y cuidado
mejoran bienestar y, a menudo, productividad sostenible.
En mi lenguaje:
Buen Vivir Metabólico exige
liberar tiempo para fruición y metacognición,
no solo para consumir y producir.
Eso significa:
reorganizar impuestos, inversión y DREX
para que el cuidado deje de ser un sacrificio silencioso
y se convierta en centro de la economía;medir el éxito no por ventas o créditos otorgados,
sino por salud física, mental, relacional y ecológica.
Borrador de artículo constitucional (Chile, en español)
Artículo X – Buen Vivir Metabólico y economía al servicio de la vida
La economía estará al servicio de la vida y del Buen Vivir Metabólico de las personas, los pueblos y los biomas, y no de la acumulación ilimitada de capital por minorías. El crecimiento económico no podrá invocarse para justificar la vulneración de derechos humanos, la destrucción de los biomas o la profundización de desigualdades.
El Estado garantizará a todas las personas un piso metabólico mínimo, que incluirá el acceso efectivo y suficiente a alimentación saludable, agua potable, vivienda digna, energía esencial, salud integral, educación, conectividad básica y participación cultural, como condición para el ejercicio de los demás derechos.
La planificación económica y fiscal, incluyendo el diseño de instrumentos monetarios y financieros como las monedas digitales de banco central, se orientará a asegurar el piso metabólico, a reducir las desigualdades y a respetar los límites metabólicos de los biomas, priorizando el bienestar colectivo por sobre el lucro de los sectores denominados 01s.
El Estado reconocerá y valorará el trabajo de cuidados, doméstico y comunitario, garantizando su redistribución equitativa entre géneros y su progresiva incorporación en las políticas laborales, de seguridad social y de tiempo, de modo que el cuidado de la vida sea un eje central de la economía.
La formulación de presupuestos públicos y políticas de desarrollo incorporará indicadores de salud física, mental, relacional y ecológica, además de los económicos, con el objeto de evaluar el impacto de las decisiones sobre el Buen Vivir Metabólico de las personas y los biomas.
Referencias sugeridas (hasta 8, con comentarios – ≥3 neuro/psico/saúde)
Raworth, K. (2017). Doughnut Economics.
Propone un modelo económico basado en un “donut” entre un piso social y un techo ecológico, muy cercano a la idea de piso metabólico y límites de bioma.Hickel, J. (2020). Less is More: How Degrowth Will Save the World.
Desarrolla el argumento de que el decrecimiento planificado en sectores intensivos en recursos puede mejorar bienestar y reducir desigualdades, cuestionando el dogma del crecimiento infinito.Fischer-Kowalski, M. et al. (2011). “A social metabolism perspective on socio-economic regimes.” Ecological Economics.
Presenta el concepto de metabolismo social como flujo de energía y materiales entre sociedad y naturaleza, base para pensar una economía metabólica.Wilkinson, R. & Pickett, K. (2009). The Spirit Level; y estudios posteriores sobre desigualdad y salud.
Muestran cómo las sociedades más desiguales tienen peores indicadores de salud mental, física y cohesión social, incluso cuando son más ricas en promedio.**McEwen, B. S. & Gianaros, P. (2010). “Central role of the brain in stress and adaptation.” Annals of the NY Academy of Sciences.; y trabajos sobre estrés crónico.
Explican cómo la inseguridad económica y el estrés prolongado afectan el cerebro, reforzando la necesidad de pisos metabólicos para proteger la salud mental.Mani, A. et al. (2013). “Poverty Impedes Cognitive Function.” Science.
Demuestra que la preocupación constante por el dinero reduce el rendimiento cognitivo, reforzando el argumento de que sistemas basados en deuda y precariedad limitan la capacidad de acción crítica.Razavi, S. (2007, 2016) y ONU Mujeres – trabajos sobre economía del cuidado.
Analizan la centralidad del trabajo de cuidados en la reproducción social y la necesidad de redistribuirlo y reconocerlo en políticas económicas.**Kivimäki, M. et al. (2015). “Long working hours and risk of coronary heart disease and stroke.” The Lancet.; y estudios sobre tiempo de trabajo y salud.
Relacionan jornadas largas y falta de control sobre el tiempo con mayor riesgo de enfermedades y peor bienestar, justificando constitucionalmente políticas de tiempo para el Buen Vivir Metabólico.
