La Sincronicidad de la Creencia en el Dinero – Neurociencia Decolonial
La Sincronicidad de la Creencia en el Dinero – Neurociencia Decolonial
«El dinero es una creencia sincronizada.» — Jackson Cionek
El Dinero como Fe Neural
El dinero es la creencia más estable que la humanidad haya creado.
No existe en la naturaleza: vive en las sinapsis,
en descargas eléctricas y químicas que representan confianza colectiva.
Cada vez que confiamos en una moneda, una marca o un Estado,
activamos los mismos circuitos neuronales de la fe que sostienen las religiones.
Es el sistema dopaminérgico el que transforma el quizás en realidad.
La recompensa no está en el objeto, sino en la expectativa de pertenecer,
en el reconocimiento social que acompaña el valor compartido.
La Neurociencia Decolonial muestra que el dinero no es neutro:
es un campo de sincronización entre mentes,
un sistema dopaminérgico colectivo que define lo que sentimos como posible.
El Sistema de Recompensa y la Fe Económica
El cerebro humano no distingue con claridad entre fe espiritual y fe monetaria.
Ambas siguen la misma lógica neuroquímica:
Anticipación de la recompensa → liberación de dopamina (motivación).
Recepción de la recompensa → liberación de opioides (satisfacción).
Ausencia de recompensa esperada → activación de la ínsula (frustración, ansiedad).
Estos mecanismos surgieron para garantizar la supervivencia,
pero hoy son explotados por sistemas económicos y digitales
que amplifican los picos dopaminérgicos para mantener la atención, el consumo y la obediencia.
En el mundo hiperconectado, el dinero se convierte en un algoritmo de fe,
un campo simbólico donde la dopamina se distribuye globalmente,
determinando no solo lo que hacemos, sino cómo sentimos estar vivos.
Creencia Compartida y Sincronicidad Social
El dinero funciona porque todos creen al mismo tiempo.
Esa simultaneidad de creencia es lo que Alfred North Whitehead
podría llamar un organismo social:
un cuerpo vivo compuesto por mentes unidas por la expectativa.
Cuando esa creencia se rompe (inflación, crisis, corrupción),
el sistema pierde coherencia y el Quorum Sensing Humano se derrumba.
La dopamina social se fragmenta, y con ella, el sentido de pertenencia colectiva.
Pero cuando la fe se reorganiza —en movimientos cooperativos,
monedas locales o economías con propósito—
el cuerpo social recupera su ritmo.
La moneda vuelve a respirar con la Tierra.
DREX Ciudadano: Cuando el Valor Vuelve a la Vida
El DREX Ciudadano propone devolver al dinero su función biológica:
ser el oxígeno de la economía viva, no su veneno.
Inspirado en la fisiología, el DREX se concibe como una moneda metabólica,
que fluye diariamente como la energía entre las células,
garantizando un mínimo vital para cada ciudadano,
del mismo modo que el cuerpo garantiza energía a cada célula.
Esta visión rompe con el modelo dopaminérgico de escasez del capitalismo —
donde unos pocos acumulan picos de placer
mientras la mayoría vive en anergia social.
En el DREX Ciudadano, el valor circula, el sentido de pertenencia se distribuye
y la dopamina colectiva encuentra equilibrio en la cooperación.
Es un retorno al significado original de “economía”:
oikonomía, la gestión del hogar — de nuestro hogar planetario compartido.
Ética Bioeconómica y Sincronicidad Política
La neurociencia demuestra que compartir activa más dopamina
que poseer o acumular.
Dar, cooperar y pertenecer generan estados cerebrales más estables y sostenibles
que competir o acaparar.
Por eso, el futuro de la economía no está en la especulación,
sino en la sincronización del metabolismo, la emoción y el territorio.
Política y economía son, en esencia, neurofisiología colectiva.
La verdadera riqueza es la capacidad de mantener vivo el flujo de la confianza,
sin secuestrar la dopamina de muchos para alimentar el placer de unos pocos.
El Dinero que Respira con la Tierra
La creencia en el dinero puede ser destructiva cuando separa al ser humano de la Tierra,
pero puede ser sagrada cuando los reconecta.
Cuando el valor nace del ciudadano y retorna al ecosistema,
la economía deja de explotar la vida y comienza a pulsar con ella.
Ese es el horizonte de la Neurociencia Decolonial:
reconocer que el dinero es una herramienta neurocultural,
un espejo de nuestras redes de fe, pertenencia y deseo.
Y que al reprogramar nuestras creencias,
también podemos reprogramar nuestros cerebros — y nuestros mundos.
Referencias posteriores a 2020
Damasio, A. (2021). Feeling & Knowing: Making Minds Conscious.
Montague, P. R. (2021). Computational Neuroscience of Reward and Trust.
Northoff, G. (2022). Mind-Brain Synchrony and the Social Self.
Friston, K. (2022). The Free Energy Principle and the Social Brain.
Graeber, D., & Wengrow, D. (2021). The Dawn of Everything: A New History of Humanity.
Pereira Jr., A. (2021). Triple-Aspect Monism and the Unity of Mind and Body.