Jackson Cionek
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Jiwasa en un Estado Democrático Inclusivo Ciencia con evidencias, política decolonial y semillas ancestrales para escapar de los “óptimos locales” del colonialismo

Jiwasa en un Estado Democrático Inclusivo
Ciencia con evidencias, política decolonial y semillas ancestrales para escapar de los “óptimos locales” del colonialismo


Conciencia en Primera Persona — Brain Bee

«Yo nací “yo”, pero mi cerebro siempre fue JIWASA.»

Cuando yo todavía era solo una célula-óvulo, no existía “individuo” ni “propiedad privada”.
Existía un nosotros biológico:

  • células que conversaban por señales químicas,

  • tejidos que negociaban energía,

  • el cuerpo entero decidiendo, segundo a segundo,
    quién necesita más sangre, quién necesita descanso, quién necesita reparación.

Mi Mente Damasiana empezó ahí:
interocepción + propiocepción enseñándome que vivir es pertenecer.

Mucho antes de aprender la palabra “yo”,
mi sistema nervioso ya funcionaba como quorum sensing humano:
yo solo existía porque un conjunto de otros – células, órganos, personas – me sostenían.

Después, el lenguaje llegó con una gramática ya empaquetada:

  • “yo” separado del “otro”,

  • “mérito” separado del territorio,

  • “individuo racional” separado del cuerpo y de la Tierra.

Era la gramática del colonialismo cognitivo:
una forma de organizar la mente para encajar en el modelo europeo
de humano, Estado, economía y espiritualidad.

Hoy, cuando encuentro el término JIWASA – ese pronombre aimara que no es el “nosotros” europeo sino un colectivo vivo – reconozco algo que mi cuerpo siempre supo:

El “yo” es siempre plural.
Y un Estado verdaderamente democrático e inclusivo
tiene que ser construido en la gramática de ese plural.

Es ahí donde JIWASA se encuentra con nuestros conceptos
y con la urgencia de una Política Decolonial basada en ciencia con evidencias
y en el rescate de las tecnologías ancestrales amerindias.


1. JIWASA: el pronombre del pertenecer que la neurociencia confirma

Cuando hablo de Quorum Sensing Humano (QSH), quiero decir que:

  • el cerebro solo se desarrolla plenamente en un ambiente de pertenencia;

  • nuestros yoes tensionales son metabolismos aprendidos de convivencia,
    de imitar (Yãy hã mĩy), creer, cooperar, resistir;

  • la Mente Damasiana es siempre cuerpo-en-relación, nunca cerebro en vitrina.

El término JIWASA convierte eso en gramática:

  • no es “yo + otros”,

  • es una forma de hablar en la que el yo ya nace colectivo.

Nuestros conceptos dialogan directamente con esto:

  • Mente Damasiana: conciencia como flujo cuerpo–mundo, no como software privado.

  • Zonas 1–2–3: metabolismo corporal (CO₂, SpO₂, tensión muscular) modulando atención, fe, ideología y creatividad.

  • Quorum Sensing Humano (QSH): pertenencia como condición de salud cognitiva y política.

  • Metabolismo Ciudadano: dinero, tiempo, atención y clima como partes del mismo organismo social.

JIWASA es el pronombre que sintetiza todo esto:
no es solo una palabra indígena bonita;
es la manera cotidiana de decir que no existe ciudadano sin cuerpo colectivo.


2. Política decolonial: ciencia con evidencias sin el filtro europeo

Política decolonial no es rechazar la ciencia.
Es rechazar el sesgo de quienes decidieron en solitario
qué cuenta como ciencia y quién cuenta como humano.

La ciencia con evidencias que defendemos:

  • acepta la Mente Damasiana,

  • trabaja con CO₂, SpO₂, plasticidad, redes neuronales,

  • observa cómo las redes sociales secuestran la atención y la fe,

  • mide cómo la desigualdad destruye cuerpo y cerebro.

Pero también sabe que:

  • conceptos como Cuerpo Territorio, Apus, Pei Utupe, Taá, Yãy hã mĩy
    cargan otro tipo de evidencias —
    evidencias de supervivencia milenaria,
    probadas en “experimentos” de 5, 10, 20 mil años
    de convivencia con el territorio.

Política decolonial, entonces, es:

  • hacer ciencia con evidencias,

  • sin el cementerio semántico que la mirada europea impuso
    sobre las espiritualidades, economías y tecnologías amerindias;

  • sacar de la caja de “folclore” aquello que, en la práctica,
    es tecnología de alta precisión para la convivencia en sistemas complejos vivos.

Y aquí JIWASA vuelve a aparecer:
nos obliga a abandonar la idea europea de “ciudadano abstracto”
y enfrentar al ciudadano-cuerpo, al ciudadano que es parte del territorio que habita.


3. Tecnologías ancestrales amerindias como “tecnologías de Estado”

Cuando hablamos de Umbu, Bribri, pueblos amazónicos, pueblos andinos, Maxakali, Yanomami, Guaraní y muchos otros,
no estamos hablando de “culturas exóticas”.
Estamos hablando de sistemas operativos completos:

  • formas de distribuir excedentes (prosperidad Bribri),

  • modos de controlar el poder por medio del humor, el ridículo y la fiesta,

  • protocolos de decisión colectiva,

  • rituales para igualar la tensión interoceptiva (miedo, rabia, culpa)
    sin cárceles, manicomios ni algoritmos de engagement.

Estas son tecnologías ancestrales amerindias.

En nuestro vocabulario:

  • Jiwasa como pronombre–sistema político,

  • DANA como espiritualidad neutra basada en la inteligencia del ADN,

  • Cuerpo Territorio / Body-Territory como unidad básica de análisis,

  • DREX Ciudadano como actualización metabólica de prácticas de compartir,

  • Brasil Basura Cero 2040 como reorganización del metabolismo material del territorio,

  • Cláusulas Metabólicas como forma de escribir en la Constitución
    lo que ya está escrito en el cuerpo.

Política decolonial significa tomar estas tecnologías
y colocarlas al mismo nivel de seriedad
que le damos a una ecuación econométrica.


4. Óptimos locales en computación evolutiva: el colonialismo como “solución mala que parece la mejor”

En la computación evolutiva, un óptimo local funciona así:

  • encuentras una solución mejor que las vecinas,

  • el algoritmo “se acomoda” allí,

  • pero esa solución es mucho peor que otras posibles en un paisaje más amplio,

  • el sistema queda atrapado porque solo explora variaciones cercanas,
    y cualquier pequeño paso parece peor que quedarse donde está.

El colonialismo funciona igual:

  • construyó un arreglo
    que mejora la vida de unos pocos y produce cierta estabilidad aparente,

  • creó lenguajes (derecho, economía, religión, medios)
    para justificar ese “óptimo local” como si fuera el mejor mundo posible,

  • convenció a los explotados de que cualquier cambio profundo
    significaría “caos”, “atraso”, “ideología”.

Nosotros, como Estados y como ciudadanía,
estamos atrapados en ese óptimo local colonial:

  • democracia formal,

  • mercados desregulados,

  • desigualdad estructural,

  • crecimiento que destruye biomas,

  • espiritualidad atrapada entre fundamentalismo y consumismo.

¿Y por qué no salimos de ahí?
Porque nuestros algoritmos políticos y cognitivos
siguen explorando la misma vecindad de soluciones.


5. Semillas ancestrales: nuevas seeds para escapar de los puntos ciegos coloniales

En computación evolutiva, una forma de escapar de un óptimo local es:

  • inyectar nuevas semillas (seeds) en la población,

  • cambiar el paisaje de búsqueda,

  • permitir saltos más grandes,

  • incorporar diversidad real en los procesos de variación y selección.

Las semillas ancestrales amerindias hacen exactamente eso:

  • cambian la forma de medir la prosperidad (Bribri),

  • cambian la gramática del sujeto político (Jiwasa),

  • cambian el concepto de territorio (Cuerpo Territorio, Apus),

  • cambian el lugar de la fe (DANA como inteligencia del ADN, no dogma de secta),

  • cambian el diseño del Estado (Estado JIWASA, Municipio Metabólico, Cláusulas Metabólicas).

Con estas semillas, nuestros algoritmos políticos, económicos y jurídicos
pueden saltar a nuevas regiones del paisaje:

  • Estados que tratan al DREX Ciudadano como ingreso metabólico,

  • Senados que funcionan como Cámaras de la Memoria del Futuro,

  • Cortes Supremas que entienden clima, basura e ingreso metabólico
    como partes del mismo conjunto de derechos fundamentales,

  • municipios organizados como sistemas complejos vivos,
    no como condominios de intereses privados.

Sin estas semillas, repetiremos:

  • más regulación formal,

  • más programas sociales paliativos,

  • más discursos sobre “innovación”,

  • todo eso girando dentro del mismo óptimo local colonial.


6. JIWASA en un Estado Democrático Inclusivo: el próximo paso

Un Estado Democrático Inclusivo JIWASA no es simplemente aquel que:

  • garantiza el voto,

  • realiza elecciones periódicas,

  • reparte cargos entre partidos.

Es un Estado que:

  1. Reconoce la ancestralidad como fuente de tecnología política,
    no como adorno folclórico.

  2. Reorganiza la economía como metabolismo:
    Drex Ciudadano, créditos de carbono, basura cero,
    trabajo vivo en lugar de precariedad como único horizonte.

  3. Incluye cuerpo y territorio en la definición de ciudadanía:
    Cuerpo Territorio como base de derechos,
    no solo número de documento y registro fiscal.

  4. Usa ciencia con evidencias para desenmascarar los sesgos europeos:
    midiendo el impacto de la desigualdad, el racismo y el colonialismo
    sobre el cerebro, la salud y la creatividad,
    y usando esos datos para rediseñar leyes e instituciones.

  5. Da espacio institucional a la Memoria del Futuro:
    un Senado JIWASA, cláusulas metabólicas,
    objetivos 2040/2050 escritos en la Constitución,
    no solo en discursos de campaña.

En términos de Mente Damasiana:

Es un Estado que saca a la ciudadanía de la Zona 3 (miedo, odio, fe ciega)
y abre espacio a una Zona 2 colectiva:
fruición, metacognición, sentido crítico y creación compartida.


7. Cierre — De la conscientización freireana al metabolismo ciudadano JIWASA

  • Freire trabajó para alfabetizar en la lectura crítica del mundo;

  • nosotros proponemos una alfabetización metabólica:
    leer el dinero, el clima, la basura, el tiempo y el cuerpo
    como una misma frase viva.

JIWASA es el pronombre de esa frase.
La Política Decolonial es la sintaxis que devuelve las tecnologías amerindias
al nivel de ciencia con evidencias.
Las semillas ancestrales son las nuevas seeds
que, por fin, nos permiten escapar de los óptimos locales del colonialismo.

Si tuviera que resumir la conclusión de toda esta serie en una sola línea, sería:

Un Estado Democrático realmente inclusivo
solo será posible cuando aceptemos que el futuro de la ciencia, de la economía y de la política
depende de escuchar las semillas ancestrales
y escribir el JIWASA en el propio código fuente de la democracia.



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Jackson Cionek

New perspectives in translational control: from neurodegenerative diseases to glioblastoma | Brain States