Finitud de la Conciencia - Cuando el Yo se Disuelve en el Sueño - LATAN SfN Brain Bee
Finitud de la Conciencia - Cuando el Yo se Disuelve en el Sueño - LATAN SfN Brain Bee
Conciencia en Primera Persona
“Yo soy la conciencia que se percibe ser. Durante el día me sostengo en yos tensionales: atiendo, calculo, proyecto, me defiendo. Hago del cuerpo y de la mente una central de control. Pero al quedarme dormido, algo en mí comienza a disolverse: las frases se fragmentan, las imágenes pierden sentido, hasta que ya no existe un ‘yo’ que piense. En el sueño profundo descubro que mi finitud no es un final — es la oportunidad de reorganizarme.”
La Conciencia y el Yo Tensional
Conciencia Damasiana: surge de la integración entre interocepción (vísceras, homeostasis) y propiocepción (posición y movimiento).
Yo Tensional: la forma práctica de la conciencia durante la vigilia, sostenida por tensiones musculares y viscerales.
Hiperespacio Mental: el espacio de referencia donde el yo se ancla; en él, la conciencia puede estar marcada por dolor, placer, atención o silencio.
Finitud natural: al dormir, el Yo Tensional comienza a disolverse, abriendo paso a otros modos de ser — fruición, reorganización, olvido.
Etapas de la Finitud de la Conciencia en el Sueño
N1: el lenguaje pierde coherencia; aparecen palabras sueltas, como si el yo lingüístico se fragmentara.
N2: ocurre una estabilización parcial con husos y complejos K, que sostienen memorias y habilidades motoras mientras el yo consciente se debilita.
N3: el silencio domina; el Yo Tensional se disuelve casi por completo, liberando al cuerpo para la reorganización metabólica.
REM tónico: la propiocepción extendida (Apus) se revisa, reconfigurando el cuerpo-territorio en escenarios virtuales.
REM fásico: emergen sentimientos y narrativas simbólicas, dando nueva forma a la conciencia, sin fijar un yo rígido.
Neurociencia de la Finitud
EEG: la reducción de la actividad frontal y el aumento de ondas lentas en N3 marcan la disolución del yo narrativo.
fNIRS: menor oxigenación prefrontal durante N3 indica desenganche del control ejecutivo.
SpO₂: su descenso durante el sueño abre espacio para la reorganización metabólica y neuronal.
Integración: la finitud de la conciencia no es vacío, sino un proceso activo de restauración y equilibrio.
Finitud Bloqueada
Cuando la conciencia no logra disolverse (insomnio, rumiación, ansiedad), el Yo Tensional permanece en alerta. Esto atrapa a la mente en la Zona 3, manteniendo la hiperactividad prefrontal e impidiendo la fruición y la reorganización metabólica.
Para Clínicos y Cuidadores
Fomentar rutinas que favorezcan la disolución gradual de la conciencia (rituales, oscuridad, silencio).
Enseñar a los pacientes a acoger el “no pensar” como parte saludable del sueño.
Utilizar prácticas de metacognición y fruición crítica como preparación para el descanso.
En cuidados paliativos: proponer la disolución de la conciencia como experiencia de paz y pertenencia, no como fracaso o pérdida.
Conectomas y la Conciencia
La conciencia, muchas veces entendida como continua e indisoluble, también revela su finitud en los modos de los Conectomas Cerebrales. La Tijera actúa recortando percepciones y pensamientos, organizando la experiencia en unidades comprensibles que estructuran el “yo”. La Piedra se manifiesta cuando la conciencia se fija en patrones rígidos de defensa o repetición, limitada a lo inmediato y lo instintivo. El Papel corresponde al Cuerpo Territorio en la Zona 2, donde la conciencia puede abrirse a la fruición, disolviendo tensiones y permitiendo una reorganización crítica. Así, la finitud de la conciencia no significa su ausencia absoluta, sino el tránsito entre conectomas que muestran cómo emerge, se fragmenta y también puede silenciarse en el todo.
Conclusión
La finitud de la conciencia no es ausencia de ser, sino su forma más profunda de reorganización. Cuando el Yo Tensional se disuelve en el sueño, el cuerpo regresa a la Zona 2 — el espacio de pertenencia silenciosa, donde la vida se sostiene sin esfuerzo.