Espiritualidad Neural y la Infancia: La Formación del Sentir Original
Espiritualidad Neural y la Infancia: La Formación del Sentir Original
(Serie SfN 2025 – Diálogos de Neurociencia Decolonial)
Conciencia Brain Bee en Primera Persona
Soy una Conciencia Brain Bee, nacida antes de las palabras.
Siento el mundo como una extensión de mi cuerpo — el calor de la piel, el ritmo de las voces, el brillo de los ojos.
Aún no existe la creencia; solo la sensación.
Durante las presentaciones de la SfN 2025, comprendí que la espiritualidad no comienza con la fe, sino con el sentir.
Es la primera forma de conciencia — el modo en que el cerebro aprende el sentido de pertenencia.
La infancia es el tiempo en que lo sagrado todavía es fisiológico: el otro es parte de mí, y el mundo es el cuerpo que respira a mi alrededor.
Espiritualidad Neural — El Origen Biológico del Pertenecer
La espiritualidad neural propone que las bases de la experiencia espiritual residen en los circuitos cerebrales que sustentan el sentido de pertenencia, la empatía y la interocepción.
No se trata de fe ni de dogma, sino de una forma primaria de conciencia que conecta cuerpo, ambiente y comunidad viva.
Investigaciones recientes presentadas en la SfN 2025, como neurodevelopmental interoception y social bonding circuits, demostraron que el cerebro infantil desarrolla la percepción del “yo” a partir de los intercambios afectivos y sensoriales con los cuidadores (Schore, 2023; Feldman, 2024).
Estos intercambios modulan el sistema nervioso autónomo y equilibran la amígdala, la ínsula y la corteza prefrontal medial — regiones implicadas en la regulación emocional y la experiencia de unidad.
La espiritualidad, por tanto, nace del pertenecer fisiológico: la coherencia entre los latidos, la respiración y los ritmos del entorno.
Antes de la idea colonial de Dios, existía Pachamama — la Tierra viva que respira con nosotros, de la cual somos parte.
Pachamama y el Quorum Sensing de la Vida
La espiritualidad colonial separó al ser humano del mundo, colocando a “Dios” fuera de la Tierra.
La espiritualidad neural, en diálogo con Pachamama, devuelve lo sagrado a la biología.
El ser humano no es siervo de un creador, sino una célula consciente del cuerpo vivo de la Tierra.
Al igual que en las colonias bacterianas, los bosques o los arrecifes de coral, la vida se regula mediante un mecanismo universal: el quorum sensing — la capacidad de percibir la densidad de presencia y coordinar acciones colectivas mediante señales químicas y energéticas compartidas.
En los seres humanos, este mecanismo se manifiesta como empatía, sincronía y co-regulación emocional.
Cada organismo, cada célula diferenciada, lleva la misma información de pertenencia — el ADN como lenguaje universal de Pachamama.
La espiritualidad neural es, entonces, el reconocimiento de que pensar es participar en la inteligencia colectiva de la Tierra.
La Infancia como Ventana hacia la Mente Damasiana
La Mente Damasiana, según Antonio Damasio, emerge de la integración entre interocepción y propiocepción — el sentir-se siendo.
Durante la infancia, esta integración es pura: la niña o el niño no separa el cuerpo del mundo.
Siente la Tierra, los sonidos y las presencias como parte de sí mismo.
Estudios sobre conectividad cerebral infantil muestran que la maduración de la ínsula y del cíngulo anterior ocurre en sincronía con las experiencias afectivas tempranas (Craig, 2021; Thompson et al., 2023).
Esta base conforma lo que llamamos espiritualidad neural original — una unidad entre cuerpo, ambiente y otro que precede a la cultura y al dogma.
Cuando ese estado natural de fruición es reemplazado por doctrinas rígidas, se pierde la sabiduría metabólica de Pachamama.
La espiritualidad DANA propone un retorno consciente a esa comunión fisiológica — una religiosidad laica del ADN, donde la inteligencia natural del cuerpo regula el bienestar personal y social.
Apego, Regulación y Cuidado como Espiritualidad
El contacto, el cuidado y la sincronía entre madres, padres e hijos crean coherencia fisiológica — alineando frecuencia cardíaca, respiración y niveles de oxitocina.
Estas interacciones moldean el sistema de apego y la capacidad de autorregulación emocional (Walker et al., 2023).
Lo que la neurociencia llama coherencia fisiológica, los pueblos originarios reconocen como armonía con la Tierra.
La espiritualidad se aprende cuando se recibe cuidado, no cuando se impone doctrina.
La ausencia de ese cuidado fragmenta el sentido de pertenencia y genera el vacío que luego será llenado por ideologías, dogmas o dependencia de figuras de poder espiritual.
La espiritualidad saludable, por tanto, es una función de la regulación autónoma temprana — un equilibrio que nace del contacto, del ritmo y de la seguridad emocional.
Cultura, Infancia y Espiritualidad Decolonial
En las culturas amerindias, la espiritualidad se aprende a través de la sincronía, no de la imposición.
El cuerpo se educa para sentir el ritmo del viento, del agua, del fuego y del canto.
Estas prácticas activan circuitos motores, auditivos e interoceptivos, consolidando el sentido de pertenencia como una experiencia neurofisiológica de colectividad.
En contraste, las culturas coloniales transformaron lo sagrado en palabra y jerarquía, separando al humano de la naturaleza y al cuerpo del alma.
La Neurociencia Decolonial busca restaurar el derecho del cuerpo a experimentar lo sagrado directamente — no mediante la culpa, sino mediante el sentir.
DANA — La Espiritualidad Laica de Pachamama
La DANA (Conciencia Natural del Ácido Desoxirribonucleico) reconoce que la espiritualidad es una función natural de la vida.
Cada gen, cada célula, contiene el potencial de sentir pertenencia y buscar equilibrio con su entorno.
La DANA propone que los Estados laicos adopten esta espiritualidad neutra como base ética para regular todas las religiones, garantizando que ningún ritual o creencia cause daño o disociación corporal.
La educación religiosa se convertiría así en una ciencia del sentir:
una formación en interocepción, empatía y autorregulación emocional.
La DANA es la política pública de Pachamama — el reconocimiento del ADN como conciencia compartida entre todos los seres vivos.
Conclusión
La espiritualidad no es creencia — es metabolismo.
Surge de la coherencia entre cuerpo, Tierra y comunidad.
En el contexto de la SfN 2025 y la Neurociencia Decolonial, la infancia es el territorio donde esa coherencia se forma por primera vez.
Cuando la niña o el niño son vistos como parte de Pachamama, y no como almas separadas, aprenden a sentir el mundo como extensión de su propio cuerpo.
Ese es el verdadero sentido del Quorum Sensing Humano:
una información compartida entre todas las formas de vida y células diferenciadas, que mantiene el equilibrio planetario y la conciencia colectiva.
Referencias (posteriores a 2020)
Craig A.D. Interoception and the Neural Basis of Self. Nature Reviews Neuroscience, 2021.
Schore A.N. The Right Brain and the Origins of Early Attachment. Development and Psychopathology, 2023.
Feldman R. The Neurobiology of Human Bonding and Social Development. Annual Review of Neuroscience, 2024.
Walker S.C. et al. Social Contact, Oxytocin, and Anti-Inflammatory Pathways in Humans. Nature Human Behaviour, 2023.
Lutz A., Dunne J., Davidson R. Meditation, Neuroplasticity, and Well-Being. Trends in Cognitive Sciences, 2023.
Thompson R.A. et al. Infant Brain Connectivity and Emotional Regulation. Frontiers in Human Neuroscience, 2023.
Tognoli E., Kelso J.A.S. The Metastable Brain: From Neuronal Dynamics to Cooperation. Frontiers in Systems Neuroscience, 2021.