Jackson Cionek
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El Tiempo de las Máquinas vs. El Tiempo del Cuerpo

El Tiempo de las Máquinas vs. El Tiempo del Cuerpo

Serie: El Tiempo como Experiencia Corporizada y Compartida


Conciencia en Primera Persona

Soy la conciencia que siente a las máquinas acelerar el mundo
mientras mi cuerpo intenta conservar el pulso de la vida.
Veo el tiempo ser contado por algoritmos,
pero dentro de mí todavía respira, se expande y se contrae.
El tiempo de las máquinas mide — mi tiempo siente.
Y cuando lo siento, comprendo que pertenezco a aquello que no puede ser cronometrado.


El Tiempo de las Máquinas: Aceleración sin Cuerpo

Las máquinas aprendieron a medir el tiempo mejor que nosotros,
pero nunca lo han sentido.
No tienen interocepción, ni fatiga, ni sueño.
Operan en ciclos continuos donde la productividad es la única forma de existencia.

Los algoritmos convirtieron la atención humana en combustible.
Cada segundo debe ser monetizado, optimizado, rastreado.
El tiempo se volvió métrica, y el cuerpo — un simple periférico.

El tiempo de las máquinas no pulsa — procesa.
No crea, solo repite a gran velocidad.

Es el tiempo cronológico llevado al extremo,
donde el presente se reduce a un punto de actualización permanente.


El Tiempo del Cuerpo: Ritmo, CO₂ y Pertenencia

El cuerpo, en cambio, mide el tiempo por la variación del movimiento, la respiración y la sangre.
Cuando desaceleramos, la saturación de oxígeno (SpO₂) baja entre 92% y 94%,
y el CO₂ aumenta de 40 a 45 mmHg.
Este pequeño ascenso activa la dilatación de los vasos cerebrales prefrontales,
mejorando el flujo sanguíneo y abriendo el estado de flow — la Zona 2.

En este estado, el tiempo no corre — madura.
El cuerpo se reconoce nuevamente como territorio vivo,
no como máquina de rendimiento.

El tiempo del cuerpo no es lineal.
Se ajusta a la energía disponible y crea desde la escucha, no desde la urgencia.


Zona 3: Cuando el Algoritmo Coloniza la Atención

La Zona 3 es el territorio de la atención secuestrada.
Surge cuando el cuerpo pierde su autonomía energética y se adapta al ritmo externo.
El individuo ya no respira — reacciona.
La mente se mueve por recompensas dopaminérgicas,
reforzadas por notificaciones y bucles de estímulo–reacción.

La Zona 3 es el estado fisiológico de la colonización cognitiva.
El cuerpo obedece al tiempo de las máquinas y la conciencia deja de ser autoral.

Es un tiempo sin Taá, sin brillo, sin intensidad.
Un tiempo medido, pero no vivido.


El Fracaso de la Precisión: Cuando la Máquina se Vuelve Ciega

Incluso las máquinas, al intentar predecir el futuro, fallan.
Calculan probabilidades pero desconocen la variación afectiva.
Ignoran que un pensamiento cambia con el ritmo del corazón,
o que una decisión nace de una pequeña oscilación del CO₂.

Ningún algoritmo puede percibir el instante exacto en que un cuerpo decide crear.
Porque ese instante es interoceptivo, no digital.

El tiempo del cuerpo está hecho de incertidumbres vivas —
y en ellas habitan la creatividad, la intuición y el sentido de pertenencia.


Tiempo Encarnado: El Cuerpo como Reloj Universal

La ciencia, en su búsqueda de precisión, olvidó que el cuerpo es el primer reloj del cosmos.
Su pulso, su temperatura y su ciclo respiratorio son marcadores de existencia.
Con cada inhalación, el mundo entra;
con cada exhalación, se transforma.

El tiempo del cuerpo es democrático, sensorial y compartido entre especies.
El tiempo de las máquinas es jerárquico, excluyente y artificial.

La Neurociencia Decolonial busca reconciliar ambos:
usar las máquinas para medir, pero el cuerpo para decidir.
Reconocer que el verdadero progreso es aquel que respeta el metabolismo de la vida.


Conclusión

El tiempo de las máquinas es eficiente, pero vacío sin el cuerpo.
El tiempo del cuerpo es más lento, pero está lleno de sentido, creatividad y reparación.
Entre ambos, el ser humano actúa como traductor —
aquel que siente antes de calcular.

Cuando el cuerpo recupera su ritmo natural,
la mente vuelve a generar futuros con conciencia.
Y el futuro, entonces, deja de ser una predicción algorítmica
para volver a ser lo que siempre fue:
un gesto creador en el presente.


Referencias Posteriores a 2020

  • Berntson, G.G. & Khalsa, S.S. (2021). Neural Circuits of Interoception. Trends in Neurosciences.

  • Pessoa, L. (2022). The Entangled Brain: How Perception, Cognition, and Emotion Are Woven Together. MIT Press.

  • Cravo, A.M. et al. (2020). Temporal Expectation and Neural Dynamics in Perception. NeuroImage.

  • Saxton, R.A., Sabatini, D.M. (2021). mTOR Signaling in Growth, Metabolism, and Disease. Cell.

  • Nakagawa, K., & Takeuchi, H. (2023). Cognitive Effort and Spontaneity in Creative Insight. Frontiers in Psychology.

  • Cionek, J. (2025). Tiempo Encarnado y Soberanía Cognitiva: Entre el CO₂ y los Algoritmos. Inédito.

  • Thompson, E. (2020). Why I Am Not a Buddhist. Yale University Press.





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